Camino de los 10 años de vida, la cooperativa de energía verde cuenta con casi 65.000 socios y varias plantas productoras
Texto: Juan Mayoral
Para apoyar la energía renovable, para conseguir un servicio transparente, para acabar con el oligopolio en el sector, para no alimentar sueldos disparatados… Son algunas de las razones que mueven a los 64.700 socios con que cuenta Som Energia, que se autodefine como “una cooperativa de consumo de energía verde sin ánimo de lucro” y que se plantea como objetivo “impulsar un cambio del modelo energético actual y alcanzar un modelo 100% renovable”.
El proyecto tomó forma en 2010 entre un grupo de personas vinculadas a la Universidad de Girona que, con la vista puesta en experiencias similares en otros países, comenzó a difundir la idea de crear la cooperativa Som Energia. El 11 de diciembre de 2010 se celebró la asamblea constituyente con la asistencia de 150 socios y socias; a finales de ese mes eran casi mil. En 2011, por fin, comenzó a funcionar como comercializadora de energía 100% verde y, además, a iniciar los primeros proyectos de producción.
Un sencillo gesto
Pero, ¿cómo funciona?, ¿qué garantía tenemos de que su energía es limpia? Y, además, ¿quién nos dice que no acabarán actuando como una multinacional más del sector? Responden a Otroconsumoesposible.com desde su departamento de Comunicación.
Como comercializadora de energía, Som Energia, SCCL, funciona igual que las demás: acude a comprar la que necesitan sus clientes a una bolsa común en la que no hay diferentes tipos de energía, está ‘mezclada’ independientemente de su origen; es decir, la que llegará a los domicilios no es diferente. Pero a la hora de ‘computar’ a cada productor su aportación, la consumida por los socios de Som Energia se atribuye a quienes gozan del ‘certificado 100% renovable’. Es un gesto administrativo –que hasta hace pocos años no existía-, pero no solo: es sobre todo la manifestación del apoyo claro a un modelo diferente de más de 111.000 personas –muchos más que socios, dado que cada de uno de ellos tiene la oportunidad de invitar a a cinco personas más-. “En la medida en la que más personas demanden energía 100 % renovable en su factura, la demanda global de renovables aumentará –afirman desde la cooperativa–, dando lugar a un aumento porcentual de las tecnologías limpias; este es un paso hacia el cambio de modelo energético y la decisión está en manos de la ciudadanía con un sencillo gesto, cambiar su proveedor de electricidad”.
La cooperativa, además, cuenta ya con una decena de instalaciones en funcionamiento –la mayoría fotovoltaicas, aunque también alguna hidroeléctrica o de biogás–, capaces de crear energía para satisfacer la demanda de más de 6.000 hogares. Sin embargo, su objetivo, dicen, es producir la suficiente para dar cobertura, al menos, a todos sus socios y socias, por lo que la búsqueda de proyectos continúa y, de hecho, en estos momentos –febrero de 2020– cuentan con otros cinco en estudio.
Es difícil afirmar que la factura de luz con Som Energia sea más barata o más cara que con otros operadores, pero es una realidad que su precio obedece a criterios “justos y transparente”: consiste en añadir a lo que a la cooperativa le cuesta la energía un 4% para cubrir los gastos de operación, como sueldos o alquiler de oficinas. Eso sí, no hay sueldos millonarios ni jubilaciones estratosféricas: las nóminas no pueden sobrepasar el 150% de lo que estipula el convenio colectivo y la escala entre ellas contempla un ratio de 1:1,67, es decir el mayor de los sueldos es un 0,67% superior al inferior.
¿Quieres ser socio?
Para ser cliente de Som Energia hay, primero, que convertirse en socio, con una aportación única de 100 euros. Eso da derecho a participar en su asamblea general, en la que todos tienen voz y voto, y a la que corresponde, además de dibujar las líneas de actuación, elegir al Consejo Rector –actualmente nueve miembros, no remunerados- que es el que define la estructura laboral de la empresa: algo más de medio centenar de trabajadores a fecha de febrero de 2020.
Pero tú eliges tu grado de implicación. Tras convertirte en socio, basta con rellenar un formulario para que en unas semanas sea Som Energia la que te facture la luz. No hace falta nada más para ser partícipe de esta apuesta por las energías renovables. El gas, de momento, no: la cooperativa no tiene claro si entrar en un mercado que tiene muy poco de ‘verde’ pero en el que el oligopolio es, si cabe, más acentuado. www.somenergia.coop