BALEARES, CONTRA LOS PLÁSTICOS DE USAR Y TIRAR

 

La Comisión Europea calcula que cada año se producen en la UE 25 millones de basura plástica.

Prepara una ley de residuos que prohibe las cápsulas de café, las pajitas y los bastoncillos de oídos

Texto: Publicado por eldiario.es (16-01-2018)

Baleares puede estar marcando el camino: el Govern ha redactado un proyecto de ley para poner fin a la ingente contaminación generada por los productos de un solo uso, muchos de ellos a base de plástico. La norma sobre residuos prohibirá todos los objetos de ‘usar y tirar’: cápsulas de café, pajitas, bastoncillos para los oídos, vajillas de plástico, cuchillas de afeitar, cartuchos de impresora, palos de caramelo -estilo  Chupa Chups– y mecheros. Su uso masivo supone un grave problema ambiental.

Esta decisión llega al mismo tiempo que la Comisión Europea acaba de publicar su estrategia para reducir la producción de plástico. Cada año, se producen 25 millones de basura plástica en la Unión Europea, según al Comisión, procedente, en buena medida, de esos artículos que, de acuerdo con el plan de Baleares, deberían estar fuera juego para 2020. La estrategia europea pretende que en 2030 todo el empaquetado (ahora de plástico) “sea reutilizable o fácilmente reciclable”.

Todos estos productos tendrán que cumplir unas condiciones: o son fácilmente reciclables –por ejemplo, las cápsulas tendrán que ser de material compostable– o los productores tendrán que crear un sistema para que se recojan y se reciclen adecuadamente. Por su parte, los envases de las toallitas tendrán que incluir información suficiente para que los usuario conozca el problema que generan por su difícil reciclaje.

La ley estudia prohibir la venta de agua envasada en lugares públicos, salvo centros sanitarios.

Hasta el 80% de la basura acumulada en las playas está compuesta de plástico. Los datos que maneja el Ejecutivo comunitario indican que la mitad de estos desperdicios son objetos de usar y tirar. Otro tercio son otros objetos de plástico. ¿Los más habituales? Botellas, vasos, cubiertos, bolsas y bastoncillos. La estrategia planea que los estados deban monitorizar y reducir su basura marina.

“Es una normativa muy valiente y con un objetivo medioambiental muy claro: cambiar de modelo de consumo”, comenta Sebastià Sanso, director general de Residuos y Calidad Ambiental del Govern balear. Según Sanso, el Ejecutivo autonómico ha querido abordar “aquellos productos que terminan siendo los residuos más problemáticos, ya sea fijando una reducción de los mismos o una mejora en su tratamiento y menor impacto”.

En su opinión, es “imposible” llevar a cabo un “cambio radical en la cultura del ‘usar y tirar’ de un día para otro”. Sin embargo, Sanso defiende el papel de las administraciones en esta lucha: “Cada vez surgen más productos sin los cuales antes vivíamos perfectamente. Hasta hace dos días, bebíamos café en cafetera italiana. Aunque no podemos decir que prohibimos estos productos, por los límites que nos impone el libre comercio, sí tenemos protestad para poner medidas que protejan el medioambiente”.

Un fuerte impacto ambiental

Los productos que va prohibir el Govern balear no están escogidos al azar. Por ejemplo, los bastoncillos son, junto con los filtros de los cigarros, los residuos más frecuentes en el Mar Mediterráneo, tal y como explica  Carlos Arribas, responsable de residuos de Ecologistas en Acción, “estos productos se van degradando y tienen un gran impacto, no solo por el tema estético, sino porque se convierten en microplástico, los peces se los comen y el plástico acaba en nuestra mesa”, comenta Arribas.

Este miembro de Ecologistas en Acción recuerda que en Francia ya se han tomado mediadas al respecto: los bastoncillos de los oídos deben ser de cartón, lo que facilita su reciclaje. Además, el país vecino también ha prohibido los cubiertos de un solo uso. Arribas recuerda que tanto las vajillas como el resto de materiales pequeños, como las cápsulas o las cuchillas, “no se terminan reciclando en las plantas de tratamiento por su tamaño reducido”.

Prohibido el despilfarro de alimentos

Además del reciclaje de productos de plástico, la ley que quiere aprobar el Govern balear aborda otro tema importante: el despilfarro de alimentos en buen estado. La normativa establece que el derroche alimentario se reduzca en un 50% para el año 2030 y esta previsión afecta todos los eslabones de la cadena: transformación, fabricación, distribución y venta de alimentos. El Ejecutivo autonómico prohibirá que los comercios y los puntos de venta tiren los productos que todavía conservan sus propiedades. Por su parte, los comedores públicos tendrán que donar su comida sobrante a comedores sociales y a particulares que lo necesiten.

Como el objetivo es reducir los residuos y aumentar el reciclaje, el Govern instalará más fuentes de agua en los espacios públicos. Además, exceptuando los centros hospitalarios y sanitarios, se prohibirá la comercialización de botellas de agua de un solo uso en edificios e instalaciones públicas. Por su parte, las empresas responsables de las máquinas expendedoras en edificios públicos tendrán que encargarse de que haya una fuente de agua potable. Sino, tendrán que comercializar las botellas reciclables. Misma obligación tendrán en la hostelería y la restauración: deberán ofrecer al cliente agua no envasada de forma gratuita.

Deja una respuesta