MODA SOSTENIBLE, NO TODO VALE

Cinco claves para distinguir los falsos reclamos publicitarios de las prácticas respetuosas con el medio ambiente y las personas

Texto: Juan Luis Gallego

El algodón orgánico es una de las materias más utilizados por las firmas de moda sostenible, pero también muchos otros como el cáñamo, el caucho o materiales reciclados.

El interés por la moda sostenible aumenta en España. Es el segundo campo de batalla, tras la alimentación, en el que la conciencia ciudadana ha comenzado a buscar alternativas al consumo convencional. Y las marcas, algunas por convicción, otras por conveniencia, se han subido al carro. Adjetivos como ecológico, sostenible, bio, reciclado, orgánico o incluso vegano acompañan la publicidad de ropa y accesorios cada vez con más frecuencia. 

Quizás demasiado. Es decir, ¿estamos ante simples reclamos o existe detrás de cada uno de esos calificativos auténticas prácticas sostenibles, no solo con el medio ambiente, sino también con las personas que participan en el proceso de producción? Desde Otroconsumoesposible.com hemos buscado respuestas en la Asociación de Moda Sostenible de España (AMSE) a través de su presidenta, Marina López, una auténtica especialista en el sector por vocación y experiencia. Con su ayuda, hemos elaborado estas cinco claves para ayudar al consumidor a elegir.

1.- ¿Qué es moda sostenible? La web de AMSE la define así: “Toda prenda o complemento que respete el medio ambiente, la salud humana y de los trabajadores, y que potencie el uso de materiales sostenibles, la reutilización de materiales existentes y la producción local”. En palabras de Marina López, tiene que cumplir una serie de requisitos referidos al tejido -“que sea reciclado, orgánico, respetuoso con la naturaleza…”–; dónde y cómo se produce –“no es sostenible si se produce en Asia, en condiciones de semiesclavitud, y con la huella ecológica que implica su traslado”– y la cantidad –“evitando las superproducciones innecesarias y contaminantes”.

Zapatas amontonados como símbolo de consumo. Moda sostenible.
El primer consejo de Marina López para cuidar el medio ambiente es “no comprar”: abrir el armario y repensar nuestras necesidades antes de apostar por el consumo.

2.- Vegano, ecológico, sostenible… ¿Es todo lo mismo? Definitivamente, no hay un criterio único, objetivo y comprobable que delimite claramente qué es moda sostenible y qué no. Pero ciertos conceptos ayudan a decidir. Vegano, por ejemplo, solo garantiza que el material utilizado no es de origen animal, pero nada más: pueden ser productos elaborados con plásticos tan contaminantes como todos sabemos. El cuero sostenible, por su parte, tiene, sí, un origen animal, pero la piel utilizada quizás provenga de animales destinados al consumo alimentario cuyos restos deben ser aprovechados de una u otra forma –“hay empresas que se dedican a recoger pieles de vaca, oveja o conejos que, en caso contrario, irían al vertedero”, explica López–. Y algodón ecológico no es lo mismo que orgánico: el primero, al que se han apuntado ya algunas grandes marcas, puede estar teñido en su país de origen con tintes químicos, y quizás tóxicos; el segundo es el que garantiza que no se han utilizado ese tipo de componentes en ningún momento del proceso de producción de la materia prima. 

3.- ¿Cómo garantizar que compramos sostenible? Algunos sellos certifican que, efectivamente, estamos ante un producto sostenible. Unos van referidos al material empleado, por ejemplo el GOTS (Normas Textiles Orgánicas Globales), aunque en este caso, más que el consumidor, es el fabricante el que debe exigirlo al adquirir la materia prima que va a utilizar. La pertenencia a AMSE, la asociación que preside Marina López, certifica a las marcas. No es fácil entrar en ella, a pesar de que recibe peticiones a diario. No solo estudian los materiales utilizados, también los lugares y condiciones de los talleres de producción o incluso el packaging del producto, además de confirmar con una entrevista la idoneidad del aspirante. “Es una garantía –explica López–. El consumidor sabe que quien esté asociado a AMSE ha sido sometido antes a una especie de auditoría sobre sus prácticas sostenibles”.

Sello GOTS (Normas Textiles Orgánica Globales en español), que garantiza la sostenibilidad de la materia prima, incluso con criterios sociales.

4.- ¿Es más caro? Es la gran pregunta a la que se enfrenta de forma recurrente no sola la moda, sino cualquier producto sostenible. Y la respuesta no admite un sí o un no, sino una decisión: “¿Preferimos tener 10 camisetas de 3 euros sabiendo que ese precio ‘lo paga’ el medio ambiente y la mujer o el hombre que las confecciona, o una camiseta de 30 euros de mejor calidad, más duradera y con la tranquilidad de saber que en su producción se han minimizado los efectos sobre el medio ambiente y se han respetado las condiciones laborales?”

5.- ¿Qué hacemos ahora? Es decir, ya estamos convencidos, ¿cómo actuamos a partir de ahora. Marina López, que de conferencias sobre el tema en universidades y otros foros, facilita un primer y tajante consejo: “No compres”. A pesar de que ella misma posee una marca de ropa, Marina López Moda Sostenible, aconseja abrir el armario antes de ir a una tienda, pensar lo que necesitamos y buscar alternativas al consumo. Y si continuamos con la idea de comprar, buscar moda sostenible ayudándonos de la etiqueta para descubrir su composición, procedencia y posibles certificaciones. Aunque la legislación española no es muy exigente al respecto, las marcas de moda sostenible harán todo lo posible por demostrar que lo son.

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